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"El aire ambiental que respira cada día contiene el oxígeno necesario para el sostenimiento de la vida, nitrógeno, dióxido de carbono y otras sustancias químicas, tales como formaldehídos o monóxido de carbono, que pueden resultar letales. Las características de ese aire, como la temperatura, la humedad y la presión barométrica, determinan el grado de comodidad para los seres humanos a la hora de trabajar en ese espacio. Si empezamos con el aire y agregamos los productos químicos que se utilizan en la fabricación y, a continuación, los concentramos en un espacio confinado, como una planta de fabricación, el aire resultante puede ser aún más incómodo y bastante tóxico, a menos que se gestione adecuadamente. Los efectos sobre la salud de la ingestión de productos químicos incluyen:
1. Irritación: membranas mucosas (ojos, nariz, garganta)
2. Respiración dificultosa: tos, jadeos, opresión en el pecho
3. Los problemas de salud ya existentes se agravan
4. Aumento del riesgo de enfermedades coronarias, cáncer y afecciones renales y hepáticas.
Los adultos sanos pueden tolerar, por ejemplo, niveles bajos de monóxido de carbono y formaldehídos en el lugar de trabajo. Pero puede que se lleven a casa dichas sustancias químicas fijadas a la ropa y afecten a niños. Los niveles de toxicidad son relativos a la masa de la persona expuesta a la toxina. Incluso si el adulto tolera la masa respirada, puede que sus hijos no la toleren si tienen el 15 % de la masa de su progenitor. Asimismo, los formaldehídos son más densos que el aire ambiental, por lo que descienden a la altura de respiración de los niños. Por ejemplo: la liberación de gases residuales con formaldehídos de los suelos es una preocupación de seguridad y salud, especialmente para los niños.
Para un sistema adecuado de control de calidad de aire es necesario un adquisición de datos, automatización, calefacción y una serie de productos personalizados para asegurar la seguridad en su fábrica.
GESTIÓN DE RIESGOS
Las evaluaciones de gestión de riesgos empiezan con la definición de la situación actual. La gestión de riesgos del aire de la fábrica empieza por la supervisión del aire y la definición de la situación actual. Se pueden realizar ensayos del aire para cumplir los requisitos de la OSHA, estudios de la salud para la compensación de los trabajadores y la supervisión de la temperatura del sistema de calefacción, refrigeración y ventilación, así como estudiar los problemas de seguridad asociados a condiciones extremas.
El primer paso es la supervisión. Los datos se recopilan, analizan e interpretan. Se detectan los problemas y se implementan soluciones. El último paso consiste en una monitorización continua para garantizar la eficacia de la solución."